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La astrología como herramienta creativa

La astrología puede ser mucho más que una herramienta de predicción. En los últimos años se han democratizado los conocimientos sobre esta técnica milenaria. Con solo prestar atención a las conversaciones de nuestro entorno, podemos escuchar a la gente hablar de planetas, signos y eventos estelares con gran seguridad.  Sin embargo, como astróloga, percibo que todavía se la utiliza con el fin de controlar lo que sucederá o por lo menos prepararse de antemano. Lo entiendo, la mayoría comenzamos así. Pero yo soy de las que están aprendiendo a soltar el control. En vez de pensar a futuro, uso la astrología para revisar mi pasado, conocer mis virtudes y, últimamente, para encontrar inspiración y desarrollar mi creatividad. Cómo usar la astrología para crear Conocer tu carta natal es un gran ejercicio de autoconocimiento. Es un proceso que dura toda la vida, ya que se irá desplegando a medida que el tiempo avanza. Y para crear, conocerse también es importante. ¿Cuáles son tus facilidades? ¿Q

palabrerío

No le convenía. De eso va a enterarse más tarde. No sabemos cuando. Pero va a enterarse. Quizás caminando o sentado frente a un café, seguramente con un pucho en la mano. Su reacción será sorpresiva, cuando la conozcamos nos va a afectar, nos va a dejar pensando. No está definido cómo va a suceder, pero se va enterar, eso sí. Y su reacción desencadenará una serie de acontecimientos increíbles. Como la muerte de su amante que no será una muerte así nomás, claro. Va a haber un grito, unos pasos hacia atrás productos del pánico, un balcón, una caída. Lo que sorprende es el grito y el rostro insensible de nuestro protagonista cuando la encuentre. Esa es una de tantas cosas. Otra podría ser la desaparición del padre, aunque eso en realidad sucede antes de que se entere. Sí, antes. Porque en realidad eso es lo que le demuestra que no le convenía. El padre desaparece y deja una claringrilla a medio hacer. Hay un mensaje, pero nos vamos a enterar que esas palabras no estaban sueltas recién

¿Qué sigue?

Y de repente fui una hoja que alimentaba a un caracol. Cuando menos lo esperaba, aquellas caricias jugosas se transformaron en rápidas y malévolas mordidas. No había nada que hacer, salvo mecerme con el viento. Y de repente fui aquel mismo caracol esclavo de una hoja que no se detenía. Si tan sólo pudiera dejar el peso de mis espaldas, ser más veloz, quien dice quizá hasta volar. Terminé aquella hoja que había sido alguna vez y fui por más. Y de repente volví a mí. Ahora soy yo. Nada me aqueja con tanta intensidad como a aquel ser que era devorado o aquel otro que debía devorar. Sólo tengo este superficial problema, el de no poder entender absolutamente nada. Mar chiquita

silencio

aquel que da lástima romper ¿nunca te pasó? por lo menos por cinco minutos ¿no podrías bajar el volumen de la fuckin televisión?

puntos suspensivos

Imagen
y mientras escucho qué me depara el silencio, juego con alguna que otra imagen. ésas que se pueden cambiar. con las otras trato de no meterme

entonces

según ellos mi pelo es encaracolado y la palabra me resultó tan linda "El lenguaje es una creación estética. Creo que no hay ninguna duda de ello, y una prueba es que cuando estudiamos un idioma, cuando estamos obligados a ver las palabras de cerca, las sentimos hermosas o no. Al estudiar un idioma, uno ve las palabras con lupa, piensa esta palabra es fea, esta es linda, esta es pesada. Ello no ocurre con la lengua materna, donde las palabras no nos parecen aisladas del discurso." Jorge Luis Borges Fragmento de Siete noches , México, Fondo de Cultura Económica, 1998 - conferencia dictada en el Teatro Coliseo de Buenos Aires en 1977- habrá que romperse la cabeza para aislarlas martillarse la mente hasta el hartazgo hacia el hartazgo y enmudecer de placer

perseverante

El ruido de las piedras golpeando mi ventana es constante. No m deja dormir. Está allá afuera, impaciente supongo, pero no le voy a abrir. Nunca pensé que estuviese tan loca, tan fuera de razón. Ya nadie la quiere ver , nadie la quiere cerca; yo menos. Me persigue hace días. Me asusta con golpes, gritos, caricias, suspiros. A veces, mientas me afeito, el espejo me devuelve su rostro. A veces en mis sueños me transformo en ella. Estoy en el trabajo y ella me espera a la salida. Tomo un café y ella se sienta junto a mí. Escapo y me persigue. Ya había notado cómo todos la evitaban. Al principio no le di importancia, pero con el paso del tiempo comencé a sentirla tan insoportable, asfixiante más bien, c0omo la encuentran los demás. Estuvo molestando a varios conocidos, tuvieron suerte y se la sacaron de encima rápido. Ahora se la agarró conmigo y no me deja dormir. El ritmo de los golpes es cada vez mayor y mi corazón acelera con ellos; tuc tuc tuc tuc tuc tuctuctuc De